Maniqueísmo e historia

HISTORIA Y MANIQUEÍSMO

La obra de Theodor de Bry es característica de la propaganda antiespañola que surgió en países protestantes como Holanda e Inglaterra.

 

MANIQUEÍSMO E HISTORIA

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Como se sabe el maniqueísmo es la tendencia a dividir las cosas entre lo bueno y lo malo en términos absolutos, sin tomar en cuenta matices o alguna consideración. Algunos consideran que el maniqueísmo es hermano del fanatismo, tío del fundamentalismo y padre del mesianismo. Lo cierto es que es hijo de una moral religiosa, aquella fundada por el profeta persa Mani en el siglo III.

 

Históricamente el establecimiento de divisiones maniqueístas está ligado a finalidades de legitimación y prestigio, basadas en el desplazamiento o descalificación del otro. El maniqueísmo puede presentarse bajo distintas formas: religioso, político, revolucionario, etc; y se caracteriza por estigmatizar a un grupo sobre la base de imágenes negativas (prejuicios), resaltando a su vez las virtudes, bondades y derechos del grupo opuesto.

 

Demonizar al contrario provoca así divisiones profundas y duraderas en las sociedades. En el caso peruano se puede mencionar ejemplos diversos, por los cuales grupos determinados han sido idealizados o abominados dentro del imaginario colectivo nacional.

 

Quizás el mayor sea el originado por la contraposición entre españoles e indios. Un maniqueísmo basado en un hecho dramático como fue la cruenta invasión y conquista de América, pero que termino por convertir a los indígenas americanos en la figura del “buen salvaje” y a los españoles en las “bestias negras”. De esta manera los indígenas americanos, descritos como seres humanos en estado de naturaleza, virtuosos, amables, ingenuos y confiados, serán presentados como perfecto contrapunto de sus conquistadores, descritos como abyectos, sanguinarios, torturadores, entregados a la codicia y al fanatismo, resumen de todos los vicios y degeneración del hombre civilizado.

 

El gran problema de esta manifestación de maniqueísmo peruano (y americano) es que nos lleva a extremos, expresados en frases tales como: “los españoles fueron lo peor que le pasó a América”, “todo se arruinó cuando llegaron los españoles”, “el Perú se jodió con la conquista española”. Expresiones que cobran sentido en un imaginario traumatizado por los horrores de la conquista y la posterior explotación colonial, pero que invisibilizan o soslayan la realidad histórica de los conflictos internos de sociedades como los aztecas e incas; la crueldad de las practicas rituales y de guerra de algunos pueblos originarios, así como también toda la legislación española de protección a los aborígenes (Leyes de Indias). Comparativamente la colonización inglesa, belga y francesa resultaron más sangrientas, sin embargo la “Leyenda Negra” española se impuso y la “memoria herida” americana permanece (1).

 

Es innegable lo abominable que fue la conquista de América, sin embargo se obvia siempre las contradicciones internas de sociedades americanas como la andina (guerras de expansión, represión y disputas sucesorias). Los incas son presentados como una sociedad ideal y grandiosa, olvidándose su condición real de pueblo expansionista, muchas veces cruel y sanguinario.

 

Dos momentos claves afianzaron el maniqueísmo sobre esta etapa: la independencia y el indigenismo de fines del siglo XIX e inicios del XX. En el primer caso, los discursos contrarios al imperio español eran condición necesaria para acabar con el dominio colonial; de tal manera que las duras críticas al sistema de gobierno virreinal pronto se complementaran con nostálgicas miradas al pasado imperial incaico.

 

Por otro lado, la trayectoria del indigenismo y su agenda reivindicativa, obligaban a un discurso fuerte y crítico contra los colonizadores y sus descendientes. El indigenismo radical descalificaba la herencia hispana y enarbolaba las banderas para acabar con la opresión histórica. Si bien el indigenismo cumplió un rol muy valioso al visibilizar nuestra diversidad cultural y reclamar con justicia mayores derechos, también supuso el afianzamiento de un espíritu revanchista a partir de la vigencia de una historia trágica e hipercrítica.

 

El maniqueísmo atraviesa todas las historias, desde los cuentos infantiles hasta la cinematografía contemporánea. Pero la historia académica tiene como propósito aproximarnos de la manera más real a nuestro devenir histórico, lamentablemente ello no será posible si todavía conservamos visiones maniqueístas alrededor de españoles e indígenas, realistas y patriotas (independencia), liberales y conservadores (república), militares y civiles o entre derecha e izquierda política.

 

(1) La Leyenda Negra española, fue la propaganda antiespañola difundida desde el siglo XVI por sus principales rivales políticos (Flandes, Inglaterra, grupos protestantes, etc). España era presentada como un reino tiránico, cruel y la encarnación de obscurantismo.

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