Del Éxodo de Mariel a los arenales peruanos
Villa el Salvador, en Lima, es un distrito formado en el desierto costero del Perú, donde desde la década de 1970 se ha constituido por numerosas invasiones de migrantes pobres de la sierra peruana ,y gracias al trabajo de estos se ha convertido en un lugar pujante y sinónimo del esfuerzo y voluntad de sus habitantes, sin embargo, en medio del arenal aún persiste la pobreza más cruda, la falta de recursos, y la delincuencia común. Es en medio de arena y viviendas de esteras es que, permanecen aún unos pocos cubanos llegados en 1980 con el Éxodo de Mariel, los que a pesar de la pobreza en la que viven afirman estar agradecidos con el país que los acogió.
Éxodo del Mariel, es el nombre con el que se conoce al movimiento en masa de cubanos, quienes partieron del Puerto de Mariel, en Cuba, en de octubre de 1980 principalmente hacia los Estados Unidos, algunos pocos que llegaron al Perú, país que por aquel entonces estrenaba gobierno democrático después de doce años de dictadura militar. Esta migración en masa se originó en el asalto a la embajada peruana con el objetivo de solicitar asilo político, el gobierno del Perú accedió a los pocos días, Fidel Castro afirmó en aquel momento que: “Quienes no tengan sangre revolucionaria y no tengan una mentalidad que se adapte a la idea de una revolución no los queremos” . Estas declaraciones hacen que la población desborde las previsiones del gobierno cubano, y en solo unos días, más de diez mil cubanos se refugian en los jardines de la embajada. Iniciándose el éxodo de más de 125 000 cubanos cuyo principal destino sería Florida, constituyendo el mayor éxodo de cubanos fuera de su país desde el comienzo de la Revolución cubana.
El gobierno peruano logró dar asilo a refugiar a 850 de ellos. Las primeras decenas llegaron para instalarse temporalmente al parque zonal Túpac Amaru en abril de 1980, donde armaron sus carpas de materiales precarios, con la esperanza de encontrar la libertad en un país del que tenían muy pocas referencias. Posteriormente muchos de ellos lograron migrar a los Estados Unidos, actualmente permanecen en Perú unas setenta personas de aquel éxodo, los que viven en el barrio cubano de Villa el Salvador, lugar conocido por la delincuencia y la pobreza que se respira en el ambiente.
Los cubanos al igual que los vecinos de esta zona de Villa el Salvador viven en condiciones precarias, muchos tienen una edad avanzada y se dedican a labores eventuales como vendedores o artesanos, aun guardan en sus pequeñas viviendas recuerdos de su lejana Cuba como instrumentos de santería y banderas de su país. Esporádicamente han llegado hasta este abandonado músicos de la isla caribeña como Albita Rodríguez y Willi Chirino, artistas cubanos que intentan traer alegría a sus paisanos que viven en miseria en medio del desierto andino y alejados del calor tropical, guardando en su recuerdo las ansias de libertad que ahora se ven limitadas por las carencias y los problemas de salud que cada vez son más constantes.